jueves, 23 de octubre de 2014

El genio y yo

Encuentro una lámpara, flor de contento,
Y un genio en su interior me ofrece un deseo.
Mis ojos brillando, mi mente corriendo,
Porque para pedir nunca he sido bueno.
Ya pienso en objetos o en mucho dinero,
Pienso en poderes, lugares secretos.
Pienso en portales, levanto a los muertos,
Termino la guerra, borro el sufrimiento.
De pronto una idea  se mete en mi pecho,
Deseo egoísta, ser niño de nuevo.
Ay! Que no daría por ser ese cuerpo,
Ver con tanta dicha un pájaro al vuelo.
Tener la experiencia que cargo aquí dentro.
Y no cometer mis errores horrendos.
Sería tan fácil romper juramentos,
Dejar a mi madre, recorrer senderos.
Tener las agallas de decir te quiero,
Cuando enamorarse era tan verdadero.
Sería tan sabio en un cuerpo pequeño,
Pero no sería lo mismo. Lo siento.
Si hubiera sabido lo que vendría luego
Hubiera perdido la vida su precio.
No puedo ser niño, no puedo de nuevo,
Por eso una lágrima dejo en el suelo.
El genio me mira derramar mis sueños
Y con la mirada pregunta que quiero.
Respondo sonriendo, ya tengo el deseo
Y grito de adentro, con todo mi cuerpo
Que seas ya libre de tu sufrimiento,
Y con mi deseo al genio libero.

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